Barney, el gato del cementerio
Historias de animales y en especial de gatos existen muchas, las hay de todo tipo y en todo tiempo de la historia, pero esta es una de las mas raras, tiernas y podríamos decir, abnegadas también.
Guernsey es una pequeña isla de poco más de 65.000 habitantes, dependiente de la Corona Británica. Para más ubicación, se ubica en el canal de la mancha al oeste de la conocida costa de Normandía, Francia. Es en esta pequeña bahía y en un día de otoño del año 1996 cuando nace Barney, un encantador gato que pronto se ganó el cariño de sus vecinos. Todas las tardes se escapaba de la casa de sus dueños a pasear por el césped del cementerio contiguo a su casa. Así lo conoció Alan Curzón, el cuidador y cavador de tumbas : "Se transformó en mi mejor amigo".
Al pasar 3 años, la familia se mudó pero Barney regresó al cementerio de la parroquia St. Sampson Parish en Rue a Chiens. Infructuosos fueron los esfuerzos para que se quedara en su nueva casa, siempre se escapaba y volvía, hasta que se quedó definitivamente viviendo entre las lápidas.
Cada vez que había un funeral, se acercaba a los deudos y los acompañaba en ese doloroso trance. Todo el pueblo lo conocía y le llevaba alimentos e incluso le construyeron un lugar cómodo para dormir y hubo quienes lo visitaban en Navidad.
Barney era un amigable gato que se acercaba a los deudos y los acompañaba. Luego de su muerte, muchos lo homenajearon en las redes sociales.
Luego de 20 años de dar cariño, muere con una tierna mirada. De inmediato se sabe la noticia y el diario local publica la nota en su página de Facebook recibiendo cientos de comentarios en donde mostraron su pesar.
Andy Baker: propuso "Él debe tener su propia pequeña tumba allí, ya que era su lugar elegido en vida por lo que debe ser enterrado allí".
Debbie Ann Le Page escribe: "Dios te bendiga Barney, recuerdo que preciosa tarde soleada, me tumbé en la hierba en el cementerio y nos acurrucamos juntos durante 2 horas, necesitaba un amigo ese día y hay que eras mi ángel !! Dios te bendiga".
Tim Le Pelley comenta: "Me encantó Barney siempre ronroneando cuando voy a visitar a mis hermanos a dejarles flores, aparecía tras la lápida, Barney estaba siempre en el lugar correcto en el momento adecuado 20 de los 25 años que he estado yendo".
Quienes lo amaban acordaron colocar una placa. en una pequeña plaza que se construye, en donde reposarán sus restos.
Alan Curzon dice que la muerte de Barney para él fue como perder a un hijo, demostrando el gran cariño y apego que tenían.
Otros artículos de interés para que leas
Tu comentario es importante